Relato de una madre de alta demanda Agotada – Experiencias de una madre de Alta Demanda
Soy una madre de Alta Demanda Me siento desbordada, agotada…
Hoy ni el café me levanta, esta noche tampoco he dormido, me la he pasado dando vueltas entre pecho y pecho, lloro y lloro…
Mientras tanto le oía a él roncar desde la otra habitación, tan tranquilo.
¿Es que no oye llorar a su hijo?
Mientras te cuento esto me está trepando por la pierna y me tira de la camiseta, gritando: mama! Por milésima vez.
Me siento mala madre, porque he llegado al punto que me desquicia su chillido y me bloqueo… Ya no sé qué más hacer. Solo necesito un poco de silencio, un poco de calma. Y cerrar los ojos.
Cómo quisiera poder cerrar los ojos tranquila sin obsesionarme en que mientras lo hago me está desmontando media casa! ¿Y si se hace daño?
Dicen que lo sobreprotejo, me lo dicen porque no le conocen bien, no lo ven en acción las 24 horas del día, como yo. Lo ven a ratos. Y a veces, cuando hay gente desconocida, hasta parece otro, es más prudente, más tímido, como más reservado.
Pero es que si le quito el ojo de encima un segundo, se hará daño porque tiene una potencia de fuego, su energía es excesiva.
Me siento sola, nadie comprende lo difícil que es tener la mente y el cuerpo absorbidos completamente, nadie entiende cómo se puede amar tanto a una persona y al mismo tiempo sentir cómo te desfallecen las fuerzas por momentos.
Me ahogo. Me siento desbordada, terriblemente cansada.
Y mientras yo me asfixio él sigue buscando mi atención, mi cariño, mi protección…
¿Soy mala madre por no poder más, por sentirme al límite?
¿Por estar sobrepasada?
Ya no existo, estoy completamente anulada como persona, no tengo ni un minuto de aire…
Y mientras tanto, escucho las voces de gentes que me reprochan sin parar y se autorizan para darme sus consejos de madres, padres, abuelos perfectos. Me juzgan y se dan el derecho de poder criticar mi forma de crianza.
¿Qué saben ellos? No nos conocen. A veces es solo cuestión de un poco de refuerzo, de un poco de aliento, nada más… comprensión y respeto.
Pero hijo…
Estamos solos.
Ánimo a todas las madres de alta demanda , nunca dejen de creer en su instinto.
Anna
*Puedes leer mas relatos en https://altademanda.es/category/relatos-personales/