Técnica “Conecta y Redirige”
Esta técnica se utiliza para trabajar las rabietas, la ira, la impulsividad, la frustración…
1r paso: “Conecta”
Cuando tu hijo se altera, el uso de la lógica no suele surtir efecto hasta que respondemos a las necesidades emocionales del cerebro derecho. Es decir, empatizar con tu hijo. Por ejemplo: decirle “entiendo que estas enfadado, entiendo que estas triste, entiendo que estas furioso…” y decir esto con un tono afectuoso, empático, poniéndose en el lugar del niño y entendiendo de verdad que el niño está “enfadado, furioso o triste por una razón que para él es la más importante del mundo” (aunque para el adulto parezca insignificante a nivel cerebral del niño puede realmente se muy importante)
Reconocer los sentimientos sin juzgarlos, recurriendo al contacto físico como por ejemplo, abrazarlo. Es muy importante que tu hijo sepa que le quieres aun cuando él tenga comportamientos negativos, porque esos comportamientos no los está haciendo de forma calculada, los hace porque son su única manera de expresar su malestar, él todavía no tiene las herramientas para expresar su malestar emocional, no sabe gestionar todavía sus emociones.
Si comienzas por este acto de sintonía, permites que tu hijo «se sienta comprendido»; luego ya podrás intentar resolver los problemas o abordar la situación cuando este más calmado
Hasta que no consigues que tu hijo este calmado y pueda razonar no puedes pasar al segundo paso, porque hasta ese momento tu hijo no podrá utilizar su raciocinio, no tendrá las herramientas suficientes para hacerlo. Y no lo hace apropósito, no lo hace para molestarte, no lo hace para manipularte lo hace porque realmente todavía no ha aprendido a hacerlo.
2o paso: “Redirige”
En cuanto veas que el cerebro de tu hijo se ha tranquilizado lo suficiente para permitirle adoptar el enfoque lógico del cerebro izquierdo, puedes redirigir hablando de las soluciones con él y haciendo sugerencias sobre cómo puede actuar ahora que se ha serenado y tiene más control de sí mismo. Explicándole que la próxima vez que se enfade en vez de “pegar” o “tirar cosas” puede “llorar”,” hablar”, “cantar”… o cualquier herramienta que le sirva de alternativa y sea positiva para calmarse y transformar sus emociones en positivas.
Sin la conexión tu hijo no va a poder escucharte porque su cerebro irritado no es capaz de racionalizar en ese estado. Cuando un niño esta en estado de ira, frustración o enfado tiene el cerebro ´lógico “apagado” porque las emociones le invaden, por este motivo tenemos, primero, que conectar con él y desde esa conexión entonces razonar.
Esta técnica proviene del libro de “El cerebro del niño” del psiquiatra Daniel J. Siegel
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Review Técnica “Conecta y Redirige”.