La exigencia en niños/as de alta demanda

Escrito por Anna Company

¿Son los niños de alta demanda demasiado exigentes?

Algunas madres y padres de niños de alta demanda comentan que sus hijos/as son demasiado exigentes  refiriéndose a  que se marcan unas altas expectativas ante las cosas y que muchas veces cuando no logran conseguirlas sufren o se sobrecargan.

Muchas veces la exigencia va relacionada con el perfeccionismo, ya que hay muchos niños que quieren hacer las cosas de la mejor manera posible y exigen que todo sea perfecto, que todo esté ordenado, que todo esté limpio, que las luces estén apagadas, las puertas cerradas, etc. y otras veces no va relacionado con el perfeccionismo y aún así los niños continúan exigiendo más de lo que corresponde para sus capacidades o para su edad.

Cuando un niño/a es exigente y está dentro del ámbito normal (o sea que es una exigencia beneficiosa para él) se verá recompensado ya que es un atributo que invita a la superación de uno mismo y capacita para retarse a mejorar y a la motivación ante las cosas.

Por otra parte se puede dar el caso de que un niño sea demasiado exigente y se convierta en algo perjudicial o conflictivo y esto se puede reconocer en el momento en que el niño/a empieza a no aceptar los fracasos, a desmotivarse ante las dificultades, cuando se enfada y se decepciona si no consigue su objetivo y cuando evita realizar las tareas pensando que no la va a realizar correctamente.

¿Cómo reconocer cuando tu hijo/a es demasiado exigente?

Siempre tienen que ganar

Son niños muy competitivos que tienen grandes rabietas cuando pierden en un juego simple como por ejemplo el parchís. Se sienten muy heridos y dañados como si no fueran suficientemente hábiles cuando en realidad la mayor parte del juego depende 

Hipersensibles al fracaso

Muchos niños de alta demanda se sienten muy sensibles a cualquier fracaso como por ejemplo a no poder correr tanto como sus compañeros de clase.

Evitan tareas que no se les dan bien

La consecuencia de esa hipersensibilidad al fracaso es que el niño evita enfrentarse a acciones en las que no destaca. No le gusta jugar al “pilla pilla” porque no se le da tan bien como a sus compañeros. 

Evitan probar cosas nuevas

El niño tiene la sensación de que en principio no va a dominar la actividad nueva y por ello le produce rechazo, sabe que le va a costar un proceso de aprendizaje y que seguramente se deberá enfrentar a alguna frustración y esto no es de su agrado.

Hipersensibles a las críticas

Si un niño muy exigente escucha una crítica hacia él se sentirá herido en el alma. Se puede bloquear y dejar lo que está haciendo cambiando la actividad por completo, 

Buscan reconocimiento del adulto

Valoran mucho las expectativas de los adultos (familiares, profesores). Buscan el reconocimiento más que disfrutar de la actividad.

Inflexibles respecto a los resultados: creen que sólo hay una forma de hacer las cosas

El niño muy exigente se puede enfadar cuando ve que sus padres validan otras respuestas diferentes a la suya. Ellos creen que solo hay una forma de hacer bien las cosas y cuando ven que no es así, creen que deberían haber sido ellos quien descubriera todas las respuestas correctas. Pongamos un ejemplo: ¿Cuál es el animal más fuerte del mundo? y Miguel responde: El escarabajo pelotero (ese día lo han trabajado en la escuela) y está bien! y su hermana mayor responde después: y también el escarabajo rinoceronte (Miguel no ha llegado aún a trabajarlo en la escuela) la respuesta también es válida! Entonces Miguel se enfada porque la respuesta de su hermana también es válida y se auto exige que la debería haber dicho él.

Les cuesta reconocer el éxito de los demás

Son niños/as que a veces para idealizarse a ellos mismos desvalorizan a los demás y que además les cuesta mucho trabajo reconocer los puntos fuertes en el resto de la gente, se frustran cuando los otros tienen habilidades o hacen las cosas bien. Les cuesta reconocer el éxito en los demás porque sienten como una especie de fracaso.

¿Cómo ayudar a los niños que se exigen demasiado para que no sufran ansiedad?

Comunicación efectiva con tu hijo.

Enséñale a poner palabras a sus emociones, que sepa que estas a su lado y te interesas por él sin juzgarle.

Escucha activa y empática.

Mostrando interés, paciencia ay comprensión en lo que te esté diciendo, poniéndote en su lugar.

Aprendizaje

Enséñale a aprender de los errores ya que los niños que suelen ser muy exigentes suelen tener baja tolerancia a la frustración porque no quieren sentir el fracaso.

Reforzar su autoestima.

Ayúdale a que se conozca a sí mismo y reconozca sus puntos fuertes, valórale y ayúdale a mejorar y del mismo modo cuando cometa errores hazle saber que de todas formas estas ahí, para que entienda que él no es su propia conducta.

Asertividad.

Enséñale a ser asertivo. Esta capacidad se va aprendiendo a lo largo de la vida, aprender diferentes técnicas de asertividad que le ayuden a comunicar sus emociones y opiniones de una manera más clara y directa.

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Lectura sobre BEBES Y NIÑOS DE ALTA DEMANDA:

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