"Soy mujer con Altas Capacidades y lo acabo de descubrir" por Ikerne Itoiz

“Soy mujer con Altas Capacidades y lo acabo de descubrir”

Desde que soy madre de una niña de alta demanda he intentado buscar respuestas, en principio para ella, y en el camino me he encontrado muchos rasgos míos que no conocía.

Primero descubrí que era una Persona de Alta Sensibilidad (PAS) pero lo que más me trastocó fue descubrir que soy de una persona con Altas Capacidades.

En mi familia hay varios casos por lo que el rasgo hereditario encajaría sin problema. Aunque siempre me he creído que yo era la “tonta”, no podía destacar.

Te cuento este viaje hacia el autodescubrimiento.

No es la primera vez que algo cambia en mi vida cuando alguien me hace esa pregunta que yo no quiero hacerme. En esta ocasión fue una buena amiga.

¿Alguna vez te has planteado que puedes ser altas capacidades?

Al principio la pregunta me pareció ridícula.

¿Yo? No, que va. Mi hermano tiene altas capacidades pero yo no.
¿Segura? ¿por qué no? Cumples muchas características.

Entonces me pasó el primer artículo que leí sobre la invisibilidad de las niñas de altas capacidades y lo difícil que es detectarlas. Entonces vino la siguiente pregunta

Y si lo eres y no se ha detectado, ¿encaja?

De pequeña no fui una niña especialmente brillante. Es más, tenía dificultades con la lectura y se me diagnosticó con dislexia.

Es bastante normal que al tener una dificultad de aprendizaje se oculte las altas capacidades, es lo que llamamos doble excepcionalidad. De ahí, que me considerara “la tonta”.

En clase no me solía gustar estar con el resto de mis compañeros, me aburrían sus conversaciones y si quería entrar en conversación muchas veces acababa siendo la “rara” o la “chula”. No me compensaba.

Preguntando a mi madre me dijo que tenía cierta facilidad en matemáticas y que lo que más sorprendía era mi capacidad viso-espacial y cómo detectaba yo los volúmenes. Mi talento más destacado es el artístico y no es algo que se valore lo suficiente como para llamar la atención en unas altas capacidades.

En mi vida adulta me considero perfeccionista y muchas veces he exigido demasiado a los demás, por lo que para mí era “normal”.

Curiosamente, en mi vida laboral, acababa ejerciendo puestos de cargo, de organización y de visión transversal para solucionar problemas. Esto ha acarreado también envidias de mis compañeros y por tanto problemas.

Poniendo todos estos rasgos juntos me encuentro con las características de una niña y posteriormente mujer de altas capacidades.

Muchas son difíciles de detectar, camufladas en otros rasgos.

Puedes conocerme más en este enlace

Ikerne Itoiz realiza un curso de formación en junio relacionado con la maternidad de Alta Demanda que consta de 10 módulos los cuales se estructuran de la siguiente forma: