Cuídate mamá.

Escrito por Anna Company

Prioridades

Muchas veces, como madres priorizamos las necesidades de nuestros hijos ante las nuestras y sacrificamos muchas cosas de nuestro día a día por nuestros hijos.

En otras generaciones existía una cultura de sacrificio de la madre, donde ella entregaba todo su tiempo y recursos a los hijos. Hoy en día esto está cambiando, muchas madres ya se anteponen y se priorizan frente a sus hijos. Eso no significa que no los cuiden ni les amen, simplemente significa que también se aman a ellas mismas y que no quieren renunciar a su vida.

La realidad, según dicen los expertos, es que para que la familia este bien atendida debemos estar bien primero con nosotras mismas, debemos tener nuestros valores alineados y priorizar también nuestras necesidades como persona, cuidándonos.

Con los niños de alta demanda es difícil poder encontrar tiempo para una misma, es difícil poder mimarse y priorizar nuestras necesidades porque ellos absorben todo el tiempo y el espacio que tenemos, pero es imprescindible poder encontrar momentos de desconexión en los cuales podamos hacer aquellas actividades que nos empoderan.

Rutinas y limites

A lo largo de la crianza de nuestros hijos de alta demanda podemos establecer unas rutinas y límites ante nuestros hijos que nos ayuden a encontrar ese tiempo tan valioso y necesario. También es bueno hacer que el vínculo materno se vaya desapegando y que el niño encuentre otras personas con quien vincularse, el padre, los abuelos, etc. Para poder sociabilizarlo y al mismo tiempo darnos, como madres, ese espacio imprescindible.

Es un proceso lento y debemos tener mucha paciencia para conseguirlo, pero es posible hacerlo de forma positiva y que la convivencia y cuidados de tu hijo y de una misma se vean optimizados.

Si quieres leer más sobre el desapego del niño de alta demanda, lee esta publicación.

Síndrome de Burnout

Cuando no cuidamos nuestras necesidades como madres a la de nuestros hijos (cosa que no quiere decir que los desatendamos) podemos llegar a sufrir las consecuencias del síndrome de Burnout (si quieres leer sobre este tema hazlo aquí).

Nos podemos llegar a sentir muy frustradas y resentidas. Esto se nota en la crianza de nuestros hijos, porque inconscientemente la vivimos de forma negativa y se nos hace más difícil la convivencia familiar. A demás nuestras emociones se apoderan de nosotras causando desmotivación y desanimo lo que conlleva una tendencia de comportamiento más depresivo.

Los niños de alta demanda tienen una alta sensibilidad y lo perciben todo, por lo que si la madre esta desmotivada y desanimada ellos percibirán que algo pasa e intentaran llamar más la atención utilizando las herramientas que tienen por su edad que pueden ser llantos, gritos, rabietas, etc.

Cuando la madre está bien alineada con sus valores y tiene cierta serenidad de sus emociones puede establecer una conexión con su hijo mucho más sana lo que conlleva que el niño se sienta integrado con ella y no necesite tanto su continua atención, simplemente se siente más seguro y va aprendiendo a hacer las cosas de forma más autónoma.

Recordar también que los padres son los modelos que siguen e imitan los hijos, por lo que una madre que se cuida, que pone límites y que está satisfecha hará que sus hijos reaccionen con las mismas actitudes.

Así pues, debemos establecer unos horarios y rutinas en la familia para poder encontrar ese tiempo necesario para nosotras mismas, sin que ello nos haga sentir culpable. Esto es algo que no se consigue de un día para otro, pero con el tiempo se pueden establecer ciertos límites para que la convivencia familiar sea positiva.

Figura paterna

Muchas veces la figura paterna con los niños de alta demanda se encuentra en segundo lugar, porque el vínculo que tiene el niño con la madre es muy fuerte. Desde pequeños debemos involucrar al padre en ese vínculo y acostumbrar al niño a aceptarlo como figura esencial, no solo por el hecho de que nuestro hijo tenga conexión también con el padre (hecho imprescindible) sino también para garantizar que la crianza del niño y su educación es responsabilidad de los dos. Además, de este modo se pueden compartir las tareas y dividir los trabajos diarios haciendo que la madre tenga más tiempo para ella misma.

Muchas parejas de niños de alta demanda, comentan que los turnos que establecen para hacer las actividades con sus hijos es lo que les ha podido mantener a flote, ya que la intensidad que tienen nuestros hijos AD es muy difícil de llevar por una sola persona.

Las madres que están criando a solas a sus hijos de alta demanda comentan que tienen una dificultad añadida porque no pueden sobrellevarlo todo: trabajo, niños, hogar… Por ello ante esta situación es muy necesario poder establecer rutinas y límites, para que la organización del día a día sea lo más fácil posible.

Así pues, si tienes pareja o ayuda con la crianza de tu hijo, utilízala, cuídate, no dudes en delegar cosas a otras personas para poder coger tu tiempo.

A veces queremos abarcar nosotras todo el trabajo porque de otra forma nos parece que no se va hacer de forma efectiva o porque tenemos creencias limitantes de que nuestro hijo no va a estar bien atendido o bien porque nos sentimos culpables de utilizar tiempo para nosotras en vez de estar con nuestro hijo.  Esto es un error. Es mucho más importante y efectivo que el tiempo que pasemos con nuestros hijos sea de calidad.

Debemos ser conscientes de que las mujeres con hijos de alta demanda no son solo madres, son también personas que tienen unas necesidades y que para estar en correcto estado emocional debemos satisfacer también estas necesidades, no solo las básicas, sino también las que se refieren a tiempo de ocio como, por ejemplo: leer un libro, ir a pasear con una amiga, hacer deporte…

Si hacemos esto la crianza de nuestros hijos será más gratificante y ellos estarán más felices al ver una armonía en su ambiente familiar.

Por lo tanto, lo más importante es poder organizarse y tener nuestras prioridades bien alineadas.

Culpa

El conflicto mayor con el que se encuentran muchas madres de alta demanda es el sentimiento de culpa que tienen cuando no están presentes con sus hijos, además si son muy perfeccionistas creen que solo ellas pueden hacer que su hijo este bien atendido. Muchas madres confunden la cantidad de tiempo que pasan con su hijo con la calidad de ese tiempo.

Con todo esto no estoy diciendo que se deba desatender a los hijos, al contrario, digo que se deben atender de forma sana y equilibrada y para hacer esto debemos estar bien psicológicamente y emocionalmente, si nos encontramos desmoronadas y frustradas difícilmente podremos dar tiempo de calidad a nuestros hijos.

Así pues, debemos cambiar esa creencia que tenemos de que para ser buena madre debemos sacrificarnos y anularnos por nuestra familia, es cierto que cuando eres madre renuncias a muchas cosas y adquieres muchas otras, pero lo haces por voluntad propia no por imposición. Tú debes decidir a lo que renuncias.

Está claro que la mayoría de madres prioriza las necesidades de los hijos ante las suyas, porque es un instinto que tenemos como ser humano y porque amamos a nuestros hijos, esto es normal, pero es necesario de vez en cuando priorizar también las nuestras para autocuidarnos y sentirnos completas sin sentir culpabilidad. Esto es esencial para tu salud y bienestar. No se trata de descuidar a tu hijo, simplemente de encontrar tiempo para ti.

Sé que para una madre de alta demanda parece muy complicado encontrar este tiempo, pero a medida que el niño va evolucionando y va pasando el tiempo se van encontrando momentos que se pueden usar para una misma si nos organizamos bien.

Y vosotras, os cuidáis? Cómo lo hacéis para tener vuestro tiempo?

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